Oh, no, hay una avispa en mi habitación, adiós a todos, recuérdeme como el gaznápiro de los chistes idiotas.
La avispa no dejaba de reptar por el piso, llevándome a pensar que quizá estaba herida y había perdido su capacidad volátil. Pero cuando quise incitarla a subir un papel para sacarla por la ventana, tomó vuelo de manera alarmante súbita.
A continuación, el himenóptero invasor salió por la ventana por sus propios medios.
Quizá haya aquí una moraleja, pero hace mucho calor para buscarla.
Quizá haya aquí una moraleja, pero hace mucho calor para buscarla.
Pero bueno, lo mejor es que la avispa me perdonó magnánimamente la vida.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
